Actualmente estoy interesado en el estudio de las imágenes, como idea genérica de representación gráfico/visual. Los aspectos concretos en los que estoy interesado son: 1) cómo a través de imágenes se muestra una misma idea/concepto de diferente manera dependiendo del contexto, 2) cómo se relacionan unas imágenes con otras y qué significados adquieren dependiendo de la forma en que se haga y cómo se combinen y 3) cómo se relaciona la sociedad en la que me encuentro con las imágenes, estudiar su imaginario colectivo.
Mi formación académica es principalmente de pintor, de modo que el análisis que hago de los temas que me interesan están atravesados por este procedimiento clásico. Todo mi trabajo lo realizo desde el punto de vista de la pintura haciendo hincapié en qué puede aportar a una determinada cuestión. Pese a trabajar con este antiguo procedimiento, mi motivación es la de ampliar los horizontes que habitualmente lo encasillan, explorando nuevas formas de interpretarlo, así como estudiando los nuevos significados que implica seguir poniéndolo en práctica hoy.
Desde 2017 llevo desarrollando dos proyectos en paralelo: La furia de las imágenes: Pinturas sobre postfotografías y la creación del personaje Grid el gato. El primero tiene un carácter más reflexivo mientras que el segundo cumple una función más social, ambos proyectos me han permitido y me permiten desarrollarme como artista, puesto que puedo tratar aspectos del arte diferentes y desde diversos puntos de vista.
Como millenial, pertenezco a una generación que se ha criado con el nacimiento y constante desarrollo de internet junto a todas las nuevas tecnologías que lo han acompañado. Todo lo que sucede en estos entornos es una referencia obligatoria para mi trabajo hasta tal punto que la cuestión principal que persigue toda mi obra actual es el cuestionamiento del uso de la pintura, como procedimiento técnico tradicional, hoy en día en un contexto en el que tiene que convivir con la fotografía, el audiovisual y el diseño como gestores de una cosmogonía de imágenes que nos afectan a todos.
Finalmente, en mi trabajo le doy mucha importancia tanto a la forma como al contenido, y no los veo como dos aspectos separados, sino como dos aspectos que se atraviesan mutuamente y que son diferenciables pero indivisibles. La forma, tiene implicaciones simbólicas y conceptuales mediante las diferentes técnicas que puedo trabajar: por su historia, su finalidad o sus características materiales, necesariamente influyen y tengo que tomar en consideración a la hora de relacionarlo con el contenido que quiero tratar. Y a su vez, el problema o idea que me interesa tiene unas exigencias que necesariamente han de entroncar con lo que su formalización pueda exigir. De este modo hay una negociación constante entre ambos aspectos para que una obra finalmente tenga sentido o no a la hora de mostrarla. Y es desde este nivel de exigencia que decido trabajar mis proyectos, sobre todo, en una época en la que hay una desmesurada cantidad de artistas.